La química está presente en todo lo que nos rodea y que nos
facilita la vida. Muchos de los compuestos y materiales que intervienen en
nuestra vida han sido preparados a través de procesos químicos industriales,
aunque durante décadas se diseñaron sin tener en cuenta su repercusión en el
entorno. Debemos asumir el reto de que estos productos puedan ser preparados a
través de procesos no contaminantes. El término Green Chemistry (química
sostenible), nacido en 1998, alude al esfuerzo de los químicos para desarrollar
procesos y productos que prevengan la contaminación y que sean seguros para los
seres humanos y el medio ambiente.
DESARROLLO HISTÓRICO
Es cierto que la mayoría de la contaminación no proviene de
industrias químicas . Sin embargo, en muchos de los accidentes están implicados
productos químicos en cualquier etapa de la producción o transporte , y la
mayoría de las fuentes de contaminación son productos químicos.
Muchos agentes contaminantes son sintéticos y se vierten al
medio ambiente de manera continua por las industrias químicas; pérdidas de
fluidos, materiales residuales se vierten a los medios acuosos naturales. Una
proporción importante de los productos químicos diseminados en el medio
ambiente se vierte no por la industria química, sino por otras actividades que
los utilizan: agricultura, industria textil, construcción, automóvil, limpieza,
farmacéutica, etc…
En diciembre del año 1984 se produjo el peor accidente de la
historia: una emisión incontrolada de gas de la planta de pesticidas de Union
Carbide en Bhopal (India). El gas inundó las calles de la ciudad matando a
cientos de miles de personas (Figura 3). Esa noche espantosa y sus terribles
consecuencias marcaron la imagen pública de la industria química como una
amenaza para la salud y el medio ambiente. También ayudó a concienciar a la
industria de la necesidad de cambiar esa percepción e introdujo una nueva
imagen de marca, el Cuidado Responsable (Responsable Care).
En Estados Unidos, la Pollution Prevention Act (Acta de
prevención de la contaminación) de 1990 estableció la reducción de los vertidos
como la mayor prioridad para resolver los problemas medioambientales. A raíz de
esta acta se produce un movimiento desde la idea de «control» de los problemas
medioambientales hacia la «prevención» como la estrategia más efectiva, es
decir, un enfoque basado en prevenir la formación de residuos desde el origen.
Por otra parte, el número de leyes medioambientales,
especialmente las relacionadas con el tratamiento y manejo de residuos, ha
aumentado exponencialmente, lo que hace que los costes de producción hayan
crecido de forma notable. En Europa, la nueva normativa REACH entró en vigor en
junio de 2007 y pretende la regulación de los productos químicos y su uso de
manera segura. Tiene en cuenta el registro, evaluación, autorización y
restricción de sustancias químicas.
En 1991, la Oficina de prevención de la contaminación de la
Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) de Estados Unidos lanzó la
primera iniciativa del Green Chemistry Program (programa de química
sostenible), la investigación sobre métodos sintéticos alternativos. Desde
entonces, en Estados Unidos el Green Chemistry Program, junto con los
Presidential Green Chemistry Challenge Awards y el congreso anual Green
Chemistry and Engineering Conference, ha servido como punto focal de las
actividades y la difusión de la química sostenible.
En la segunda mitad de los años 90 se crearon en todo el
mundo institutos y centros encargados de difundir, investigar y enseñar sobre
química sostenible
A partir de la segunda mitad de los años 90, en todo el
mundo se crearon institutos y centros encargados de la difusión, la
investigación y la docencia de la química sostenible. En Estados Unidos, el
Green Chemistry Institute; en el Reino Unido, la Green Chemistry Network, que
agrupa una larga serie de universidades e instituciones; en Italia, el INCA, un
consorcio interuniversitario; en Australia, el Centre for Green Chemistry de la
Monash University; en Japón, el Green and Sustainable Network (GSCN). En Europa
se creó la plataforma tecnológica de química sostenible SusChem, que intenta
agrupar organizaciones e individuos relacionados e interesados en la química
sostenible. En España nació la plataforma PETEQUS, actualmente SusChem-España.
Finalmente, en noviembre de 2002 se creó la Red Española de Química Sostenible
como una agrupación de investigadores de universidades y centros de
investigación con el objetivo de promover e incrementar en el futuro el
desarrollo de la química sostenible.
Los primeros libros, artículos científicos y congresos sobre
química sostenible se publicaron en los años 90. Finalmente, en 1999, nació la
revista Green Chemistry, patrocinada por la Royal Society of Chemistry. Su
índice de impacto ha aumentado espectacularmente en estos 10 años de vida,
hasta un 4,192, por encima de la mayoría de las revistas de química. En 2008 se
han creado dos nuevas revistas especializadas en el tema, ChemSusChem y Green
Chemistry Reviews and Letters, publicadas por Wiley y Taylor & Francis,
respectivamente.
MARÍA MERCEDES MARTINEZ
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